martes, 1 de diciembre de 2009

Casi hombre, casi árbol, casi nada…



La multiplicidad del mundo

se agolpó por un adormilado instante sobre su rostro

mientras la bandada de tórtolas no abdicaba

de su trino incesante al interior de la cabeza


Ante tal escenario la opción atónita del silencio

pareció ser la correcta.


En el espacio inerte de su sitio

creció por todos lados la espesa hierba triste - la maleza -

los nidos inquietos se abultaron sobre los hombros,

el corazón bajó sus pulsaciones

y la piel palideció con tonos marchitos,

observaba sin moverse

el soporífero transcurso de esta sociedad circular y circundante,

mientras sin necesidad de lifting, ni crema para las arrugas

dejaba que por la nariz transitaran las cuncunas

y sobre la piel hiciera selva el musgo, cuando ya entraba el invierno.


La indiferencia de cada transeúnte laceraba el alma

la enajenación de los talentes se estrellaba frenéticamente en la mirada

en el cráneo

en los cabellos

en los dedos

con el frío endurecido de estalactitas milenarias,


¡todos eran tan diferentemente iguales!


escalofriantemente similares

y preocupantemente diferentes.


La enmarañada red social mutaba lentamente

hasta entablar ambiguas relaciones, con arañas, hormigas y perros

que por respeto a su profunda y solemne soledad no lo meaban

y con esas sonrisas propias de los perros

le movían la cola y de vez en cuando ladraban

como queriendo exigir una respuesta.


Quiso omitir todo juicio sobre la podredumbre de las sociedades

enfermas y malformadas,

quiso no dejar más huella que una mirada solitaria,

queriendo escaparse con desenfreno a su propia fantasía

y aunque dejó por un tiempo que los pájaros le carcomieran el cerebro

aún alcanzaba la mente a tejer la bufanda de las dudas

y el pensamiento muy moderno de la decadencia

le congelaba más y más la sangre.


Admirable y putrefacta armonía,

todos los días el rebaño embelesado a sus trabajos,

sus quehaceres importantemente inútiles,

sus torturas,

por la tarde a sus familias,

sus casas,

sus televisores,

sus noticias,

sus mentiras,

sus cárceles propias e individuales,

compradas con el no menor precio de la esclavitud.


Un singular por todas partes, casi nunca algún plural,

una isla cada dos metros y ¡tan pocos continentes!


Con la lluvia calando la cabeza

ocultó las lágrimas que salían a raudales

y cuando al fin se opuso a olvidar el color de su voz

rompió la noche en un grito estrepitoso,

estentórea canción de cuna para seguir perpetuando el sueño de la ánimas,

sonidos que salieron de su boca en ráfagas interminables de versos en la noche,

que se abalanzaron sobre la ciudad,

metamorfoseándola en poesía…


Al otro día los techos despertaron inspirados

y cubiertos de elegías

algunos zombis pensaron que era simplemente nieve

otros leyeron algo antes de olvidarlo,

un par de viejos y casi ciegos perros

notaron que un árbol en la esquina había desaparecido

obsequiaron a su memoria un par de roncos y melancólicos aullidos

y se fueron por la calle arrastrando una mochila de incertidumbres.


Mayo de 2009.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Puente

Infinito hilo conductor
desde Marte al campo inerte de estas sucias frases
que dormitan ahora en mi seno...

Estos días son rotundos
como pasos de gigante
-idea-
y no es tiempo de disparar dardos melosos
ni de hablar de la eterna y aburrida
perorata gimotera del amor bucólico o evidente dulzura
que produce nauseas.

Estos tiempos son rotundos
y los bufones
-que vimos en la nieve-
ya no juegan a coser el alma al cuerpo
porque enloquecieron de duda
y desfallecen poco a poco de tanto tambalearse.
La existencia se vuelve cancerígena
dentro del envilecimiento y padecimiento colectivo
sólo una mente idiota podría mordisquear las horas
con un recuerdo por la espera
denegado

Leo.

Sueño nada.

Mundo en blanco.

Mundo en negras risas solapadas en la mente del desquicio,
lujuriosa copula de la razón y el infierno.

Obsoletos vocablos,
viciadas manías del silencio en solitario
agitado por palabras presidiarias
que arman motín contra mi cuerpo...

Pero no gritaré nada sobre nadie
nada que parezca un titular de periódico
prostituyendo el lenguaje

Y mi nave abstraída en polvos estelares
se cansará muy pronto
de vacilar en este puente resbaladizo

que pendularmente danza entre mi mundo y los otros

infinitos mundos

-- Posibles -

29 de Octubre de 2007.


lunes, 16 de noviembre de 2009

Jajajajaja... wena Koke



miércoles, 11 de noviembre de 2009

Alegoría Múltiple (sin mito ni caverna)


Otra más???

Preguntaba con esa plasticidad con que se cuestionan las cosas que no importa mucho saber

y cuya respuesta conocemos de antemano


Otra más… otra de tantas que no cuentan ni siquiera en la memoria del que pide otra más


Aventuras propias de esta vida rompecabezas

que se completa momento a momento en instantes fragmentados ahora

….y para siempre….


Escribir mi nombre, una respuesta, una solicitud, una firma

escribir como se respira,

sin grandes esfuerzos

ni proezas loables sólo por el mutismo de las sombras citadinas


Así,

sin dolor ni peste

sin motivo y hasta casi sin fervor

entronizando un segundo en castillos de papel, de sílabas y cenizas

que se lleva ya el viento

….y el tiempo….


Escribir así,

cualquier cosa

una palabra que da vida o se marchita agonizante

un centelleo de vocablos alfareros para construir este mundo plástico

…. y de plástico….


que más da¡¡¡¡


Un cigarrillo que vuelve húmedo a los labios,

un conjunto de estructuras mentales y literarias

Frases descriptivas tal como ésas que siempre se critican por ser tan simples o más bien simplonas, carentes de esa trascendencia que se busca por todos lados

Y no aparece


Por qué será?

En dónde no estamos buscando?

Por qué se esconde?


Quizás no existe esa trascendentalidad

aburrida y costosa


Tal vez toda invención conceptual holgazanea en el pensamiento sin dar a luz una mínima acción.



Escribo rápido y ya me canso de este majadero afán de retratarlo todo


Para qué?


….

para machacar un poco esta carne nerviosa

que murió tensa

y no alcanzó a ser un buen bife

allí en la sartén

donde ahora nos cocinamos todos

….


domingo, 1 de noviembre de 2009

En pos de la Igualdad y el Respeto de Género.


“… Y en verdad basta pasearse con los ojos abiertos para comprobar que la Humanidad se divide en dos categorías de individuos cuyos vestidos, rostro, cuerpo, sonrisa, porte, intereses, ocupaciones son manifiestamente diferentes. Acaso tales diferencias sean superficiales; tal vez estén destinadas a desaparecer. Lo que sí es seguro es que, por el momento, existen con deslumbrante evidencia…”

Simone de Beauvoir

– El Segundo Sexo – París, 1949.


Elaborar un discurso articulado sobre la mujer hoy día, resulta muy diferente de las luchas feministas abordadas por mujeres de tesón impresionante y por cierto muy necesario a mediados del siglo pasado, no sólo porque la brecha temporal se ha hecho extensa hasta hoy, sino porque las condiciones históricas se han vuelto muy diferentes y para beneficio de nosotras, merecidamente más justas. Y aunque esto parezca evidente no lo es tanto a la hora de prestar oído a tanta conversación entre mujeres, a las maneras de relacionarse y por qué no decirlo a las estructuras de pensamiento engendradas aún entre nosotras.

Algo que llama la atención y por lo cual cito este pequeño párrafo de una de las mayores exponentes del pensamiento feminista del siglo XX, es que en muchas ocasiones el feminismo se entiende en oposición al machismo, ser mujer ciertamente es “no ser hombre”, vale decir y haciendo un pésima inferencia, todo las cualidades que poseen las féminas se asocian al género femenino y con ello entonces el género masculino tiende a entenderse como carente de un sinfín de aptitudes que sólo las mujeres tienen, así, gratuitamente por el hecho de ser mujeres. Esto a mi juicio es un error garrafal que hace nido en nuestra sociedad (para seguir perpetuando) los innecesarios intereses divisionistas que tanto abundan en todas partes. No es lo que queremos y no es lo que necesitamos.

Es cierto no somos iguales, eso salta a la vista de los ojos y del entendimiento, cuando nos observamos y cuando estudiamos los impulsos cerebrales, las conductas hormonales y muchas otras áreas físico-químicas que difieren en los cuerpos masculinos y femeninos, por ejemplo… me pregunto si éstas diferencias se vuelven tan importantes y trascendentes como para plantearnos y cimentarnos como seres completa y totalmente diferentes???, creo que no, creo que así mismo como se muestran éstas composiciones distintas son superficiales y nada dicen de diferir en el pensamiento, en las conductas éticas y morales, en los sentimientos o en las aptitudes para realizar alguna tarea específica. No somos iguales porque ningún ser humano es igual a otro, no porque se nace siendo hombre o mujer, tal diferenciación me parece arriesgada y por lo demás errónea, porque si así fuera entonces se validan todos lo equívocos históricos de los cuales el género femenino ha sido victima, y ya no son equívocos sino aciertos, la mujer fue ampliamente vulnerada durante siglos por ser débil, por ser un error del género humano, por ser un ser relativo al hombre, un ser ocasional “la mujer, es mujer en virtud de cierta falta de cualidades” decía Aristóteles, “los hombres son insensibles porque son hombres” he escuchado decir a muchas mujeres, y así el ciclo nunca se cierra desde el año 300 a.c. hasta hoy 2309 años después, ¡¡Eso se llama pensamiento evolutivo!!!

Claramente aún nos quedan muchas cosas por aprender y una de ellas tal vez sea dudar de esa terca manera de categorizar todo en función de lo opuesto: blanco y negro, alto y bajo, claro y oscuro, rico y pobre, desarrollado y subdesarrollado, estúpido e inteligente, etc, etc, infinitas posibilidades que dejan fuera la riqueza de los matices, la tan importante condición humana de la diversidad, basta ya de vulnerar y vejar quizás por inconsciente venganza al genero masculino, los hombres no son más brutos, más arrogantes o menos sensibles de lo que puede llegar a ser cualquier mujer. Nosotras no necesitamos a éstas alturas demostrarle nada a este ficticio mundo “gobernado por hombre”, resulta risible teniendo en Chile -un país tercermundista y subdesarrollado- a una excelente mujer ocupando el sillón presidencial, no necesitamos competir con nuestros pares, ni demostrar lo buenas que podemos ser en toda clase de cosas, no lo necesitamos porque ya es presente y futuro, porque nuestra actualidad es distinta de la vivida en 1920 o en 1950 porque “Acaso tales diferencias sean superficiales; tal vez estén destinadas a desaparecer…” Actualmente presenciamos como es que tal radicalismo de género tiende a esfumarse, es cierto debemos cada paso al incansable movimiento humano de luchar por la igualdad de derechos y deberes, y en eso no debemos claudicar; casos particulares de machismo extremo vemos todos los días, sin embargo ese tipo de actitudes no definen la generalidad masculina, también vemos padres ejemplares, familias excelentes, hombres constituidos de íntegros valores y valiosísimas ideas, cosas que no se resaltan demasiado porque no salen en los noticieros del mismo modo como aparece con bombos y platillos un femicidio.

Los hombres no son monstruosos y si así fuera que mal hablaría de nosotras el tonto hecho de vivir con ellos, apelo al reconocimiento de lo obvio y por lo mismo obviado, somos todos seres humanos, con muchísimas virtudes y a la vez innumerables defectos, seres humanos que nos constituimos y formamos siempre al alero de la sociabilidad y las sociedades, sociedades que no siempre son las mejores pero que indudablemente son perfectibles y siempre pueden mutar en pos de corregir errores y hacer de esta tierra un lugar fértil en toda la amplitud del concepto.

Producto de nuestros desacuerdos y afanes individualistas se crían entre nosotros la pobreza, las injusticias, la delincuencia, la perversión y tantas otras aberraciones, todas modificables, quizás a través de escarpados caminos, pero modificables, tales mutaciones no son posibles si no actuamos en conjunto, persiguiendo fines comunes que nos involucran a todos y no sólo a un sector de la humanidad; la pastilla del día después o postinor no es preocupación sólo de mujeres y sería absurdo que de esa manera se abordara, el machismo no es sólo tema de hombres, el feminismo no es alzar una bandera de guerra hacia todo lo masculino, no significa recriminar yerros históricos a quienes no les compete en lo absoluto, las reivindicaciones de la mujer no se manifiestan en pagar la cuenta, en cuidar a los hijos y trabajar, en disfrutar de viernes femeninos, en actuar como hombres sólo para demostrar lo que somos capaces de hacer, toda reivindicación o derecho logrado se refleja y manifiesta en las acciones que realizamos para lograr que nuestra sociedad mejore no sólo para nosotros sino para todos los que conformamos este mundo, ser mujer hoy día tal vez signifique simplemente serlo, sin miramientos hacia lo que otros no son o hacia lo que antes no fuimos, nuestra responsabilidad hoy día es la misma que antes seguir luchando como seres humanos para lograr igualdad allí donde no ha sido aún lograda, para luchar por todo aquello que no nos parezca justo y que interfiera con nuestra dignidad o integridad. No desconozco que aún hay mucho por qué luchar tanto en el plano femenino como en el terreno de la justicia social, optamos por eso, por crear en conjunto, por escuchar al prójimo y por practicar aquello que se lee en algunos stickers “convivo con la diversidad”, no discrimino a una persona por ser de tal o cual forma, porque los que nos debe unir es el contenido y no la superficie, en este sentido, no deberíamos ser parte de ningún mecanismo ideológico extremo que recalque nuestras escisiones en lugar de resaltar aquello que nos congrega y nos seguirá juntando por el simple hecho de pertenecer a esta profusa Humanidad.

Rosa N. P.

viernes, 23 de octubre de 2009

Experiencias de Papel


“…en tiempos donde nadie escucha a nadie
en tiempos donde todos contra todos
en tiempos egoístas y mezquinos
en tiempos donde siempre estamos solos
habrá que declararse incompetente
en todas las materias del mercado
habrá que declararse un inocente
o habrá que ser abyecto y desalmado…”

Al lado del camino – Fito Paez.

El manantial de la insidia emana a raudales

desde las fauces ensombrecidas

de nosotras mismas:

las alimañas humanas.


Se deslizan por entre los dientes carcomidos

palabras cariadas, malsanas, ignominiosas, estériles y por lo demás innecesarias.


Jorobada la alegría tiende a arrastrarse entre calles opacas mal maquilladas con guirnaldas rotas y pesares colgando de todas las ventanas.


Los pies dejados fuera… en cualquier parte persiguiendo un destino lejano y tan ficticio como todos los destinos.


Leves murmullos de razón alborotando un cerebro que a esta hora bordea la locura y presenta su renuncia frente a la convención indiferente de desconciertos que maquinan cual decadente Nerón, la mejor manera de incendiar regiones enteras…

ciudades pobladas de ésta mi especie de alma ardiente y de todas las balas perdidas que deambulan noche y día con ojos color de nube

limosneando caricias,

jugando a doblegar nobles voluntades endebles,

deseando las pobres miserias de otros por el sólo y simple hecho de ser ajenas.


¡¡¡Ay!!! de nuestro egoísmo


Que hace de esta tierra tan fértil un caldo de cultivo para las múltiples virulencias que terminarán por enfermar toda sana, robusta y buena intención


Tumores engordando sebosos en el umbral del pensamiento


El cáncer terminal de los espíritus carcome las buenas ideas y las hace fenecer justo antes de dar vida


Predicados llenos de rabia, de odio, de envidia

Uffffffffffff

“¡¡¡¡Hagan el amor no la guerra!!!!”

“La unión hace la fuerza”

“Ama a tu prójimo como a ti mismo”


tanta,

pero tanta frase cliché entrechocándose en el espacio vacío del entendimiento

sin lograr hacer sentido,

a la deriva,

sin llegar a ningún puerto


“no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran”

Y luego desenvaino mil cuchillos, asalto hogares de esos tan quietos como el ronroneo de un gato….

asesino niños sólo por aburrimiento

como hasta morir de hastío sin guardar las sobras ni para un perro

regalo mi tiempo frente al espejo para disfrazarme de esa estrella que no soy, ni me interesa ser

prostituyo la palabra y el cuerpo a precio de costo en las esquinas donde nadie alcanza a ser el hombre o la mujer del “próximo prójimo” , sólo una víctima del antojo insaciable de placeres culpables

que excitan tanto el jugoso deseo del cerebro,

la adrenalina

la algarabía clandestina,

la adicción a resacas de miedo, de soledad y profundísimo desconsuelo


Simplemente una célula más de este infecto líquido vital

contagiando el brillo que va quedando con esa opacidad tan poco llamativa.


¿Y que hacer luego de tanta vacua intención bélica?

¿Hablar del amor como si supiéramos en qué escaso corazón se encuentra?

¿Cimentar el respeto allí donde las libertades exacerban el bruto individualismo?


Escondernos como búhos solitarios presa fácil de las noches invernales

enterrar la cabeza esbozando malas copias de las avestruces

prodigar la suerte de tahúr en bancarrota

entre covachas con olor a desvelo,

a vino y entierros


Inducir el sueño para curarnos el alma

A ver si después de cincuenta mil días y una buena ducha

ya no perdonamos, ni pedimos perdón

y se deshace al fin el hechizo

ese recurso ponzoñoso

que nos ha inyectado en las acciones

tanta

pero tanta

estupidez¡¡¡¡¡

sábado, 10 de octubre de 2009

INVITACIÓN AL VÓMITO


Cúbrete el rostro
y llora.
Vomita.
¡Sí!
Vomita,
largos trozos de vidrio,
amargos alfileres,
turbios gritos de espanto,
vocablos carcomidos;
sobre este purulento desborde de inocencia,
ante esta nauseabunda iniquidad sin cauce,
y esta castrada y fétida sumisión cultivada
en flatulentos caldos de terror y de ayuno.
Cúbrete el rostro
y llora...
pero no te contengas.
Vomita.
¡Si!
Vomita,
ante esta paranoica estupidez macabra,
sobre este delirante cretinismo estentóreo
y esta senil orgía de egoísmo prostático:
lacios coágulos de asco,
macerada impotencia,
rancios jugos de hastío,
trozos de amarga espera...
horas entrecortadas por relinchos de angustia.

Oliverio Girondo ( Buenos Aires 1891-1967 )

Llorar a lágrima viva...


Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

(Oliverio Girondo)

viernes, 25 de septiembre de 2009

Todo Pasa


Ella carecía de carácter,
parecía ser que su persona se conformara en un ámbito ambiguo donde todo lo que era podía existir prescindiendo de su intervención, sin embargo y pese al cansancio que presenta estar siempre ahí, ahí estaba … revuelta… confundida, amasada, informe y medio adormilada entre todo el amasijo humano tan diverso y tan normal como despertar todos los días.
Carecía como muchos mortales de un sinfín de cualidades no era demasiado inteligente, ni elocuente, ni linda, ni horrible, ni delirante, ni tan cuerda, ni tan inspirada, ni muy imaginativa,
una mezcla entre todo lo que podría ser y no era sólo por desgana o por iniciativa propia, si es que dentro de la falta de incentivo podía atreverse a ser eso o exactamente lo contrario
Era…
Un poco de aquello matizado con un poco de lo otro y por si faltaba algo se añadía alguna que otra cosa poco llamativa, pero lo que estaba claro y no se ponía en cuestión era que ella carecía de carácter, como si eso realmente existiera, da lo mismo… a vista y paciencia de los que supuestamente sí tenían carácter (¿)
ella carecía de carácter, se inquietaba y lloraba como un manantial cuando lo que debía hacer era ignorar el malestar,
decía sin reparo sí, sí, siempre sí, cuando lo que había que hacer era negar todo y subirse al escenario de los títeres a interpretar la obra siempre llana de lo que un individuo y sólo uno puede decir… ¡que pena! No tenía carácter no se inmolaba para la alabanza de otros ni se dejaba manosear por las discusiones que conducían al inminente vacío, observaba como si por los ojos se desbordara la vida, caminaba lento a falta de aspiraciones y aspiraba sólo al próximo cigarrillo, las tardes se sentaban a morir en sus faldas cuando sólo por la ventana pretendía ver pasar un gnomo, una bruja, un presidente o alguna de esas personalidades de las que nunca aparecen en ningún sitio.
Extraño engendro formado a medias por la era de las cuantificaciones, las cifras, los mercados libres, las políticas poco serias y la miseria… de pie cojo, de discursos impronunciables, de genocidios imaginarios y de un poco de romanticismo anacrónico haciendo patio en el terreno basto de los cementerios…
Carecía de carácter y por tanto no debiera hablarse de ella pero cuando la sarta de mentiras se hacen patentes en los lugares más insólitos, bien podríamos hablar de lo que se nos de la gana, bien podríamos contar la historia de los grillos, de las pulgas y hasta de los piojos, de los seres que no trascienden, de las vidas que se hacen humo entre las ciudades cancerígenas y de los que se vuelven mudos en la voz que igualmente acallara el tiempo por el solo hecho de pasar… así como pasa.

domingo, 23 de agosto de 2009

No va más.



Batahola de silencios entre miradas que ya no se encuentran, eso era lo que quedaba entre ellos, instantes derramados sobre un recuerdo insurrecto y pegajoso que se quedaba sólo en su memoria, para arrastrarla al insomnio con un afán casi absurdo que se repetía desde hacía ya varios días.
Azares confundidos y resquebrajados entre desencuentros múltiples y encuentros funestos, entre voluptuosidades de un segundo y lustros interminables de distancia y olvido. Hechos que no podían dejar de causar en su conciencia cierta constricción y tendencia al vómito. Probaba regurgitando confesiones, desparramando palabras, creyendo decirlo todo… frases balsámicas para aplacar las torturas que provocaba el choque con la agotadora realidad.
Porque ciertamente, a veces, esa realidad era más bien un chiste largo y escabroso, una broma macabra, un sinsentido recurrente y aburrido.
Ellos, los protagonistas de la vida cotidiana parecían poseer vocación de olvido, capaces de seguir la marcha acostumbrada, los caminos apartados, los universos paralelos, improvisar de vez en cuando un final inconcluso para un principio gratuito… era lo más lógico, sin reproches, sin tormentos, sin una palabra… era cuestión de dejarse en vilo en el umbral de un día cualquiera para luego recobrarse a los pies de alguna cama, como quien descubre entre el polvo y el tedio un libro a medio leer.
Fácil, sólo un juego de alegorías lúbricas, un encuentro casi poético de cuerpos sin alma, confluencia de seres despojados, apegos sin apego… Sin embargo, siempre hay trampas y miradas sinuosas, alguien erró la ruta y desvirtuó la partida, ese alguien insomne y medio perplejo escribe en este instante porque no encuentra algo mejor que hacer que intentar las frases para la historia de algo que nunca fue.
El error de sublimar lo que no venía al caso… en fin, no queda más que aceptarlo… la imbecilidad nos acecha continuamente y no hay quién se salve de tanta hecatombe.
Sí, había que reconocerlo, ser honesta, aunque la honestidad fuera escupida en la cara por la profusa sociedad, no importaba ya… nuevamente desnuda contra las piedras, contra las rocas frías que se esconden tras miradas de hierro o de dócil papel; cobijando entre las rodillas y el estómago interminables confusiones… Luego detenerse un instante sobre charcos de vacíos y salir corriendo hacia ningún sitio, una cantinela repetida obstinadamente por el paso de los años, rutinas vividas cada cierto tiempo, sí, pequeñas rutinas que presumían de sorpresas y que sin embargo ya nada nuevo traían a la puerta: Un par de lágrimas rotas, una nueva hendidura en un espacio que no existe más que en el lenguaje, sí… una nueva punzada clavándose allí donde alguien nombra alma y otros simplemente callan entornando los ojos.
Esperar, esperar… y nuevamente esperar difusos sueños, retraídos amaneceres entre sábanas chiclosas que trastabillan repentinamente con la ingravidez de algún final mal formado…
Sucumbir ante la noble ternura para descuartizarla al otro día, cuando se recogen las máscaras del suelo y se incrustan en el rostro con postura incólume, entre sonrisas de hastío o entre sudados silencios.
Que nadie me culpe si, en lugar de adornar con nidos mis ojos, puse sólo paredes de metal ¡¡ otra vez la metamórfica existencia!! no es encono ni sutileza rebuscada… ¿Qué se espera? ¿Qué, luego de tanto encarar con la mirada flechas en llamas, aún queden ganas de mirar?...
No, al parecer esta vez la ingenuidad se marchó junto al último perro abandonado que vi pasar, o tal vez peor, se enredo para morir estrangulada entre aquel beso y una lánguida pantorrilla que tiritaba sobre manos ajenas, como sea el caso… todo lo que fue no vuelve nunca más…

Martes 01 de mayo de 2007

sábado, 13 de junio de 2009

La Inocencia, la Mujer y la Vida



Esther Valencia Aracena -óleo sobre tela -

La mirada solitaria,
bajo la copiosa lluvia de sensaciones
busca un tímido refugio en el reflejo de las vitrinas nocturnas
y esta vez, pese a las bifurcaciones mentales,
las conclusiones se unen a la imagen tridimensional
de aquella inmensa mujer que reside en silencio
al interior de cada una de ellas.

Algo de frenética efervescencia envolviendo la desnudez más pura
de aquellas que enfrentan libremente el proceder de los tiempos
dejando como única huella un antifaz cobijando el misterio
de las pasiones abstrusas
que hacen nido tras los ojos de la más inocente de la féminas.

La artesanía del artífice alfarero que en innumerables manos
contornea un cuerpo, para ofrecerlo a las apreciaciones más diversas.

En el interior,
tras los rasgos, tras el cuello fornido, tras las amplias caderas
tras los senos y la tórrida tortura de los sentidos más próximos
un ser como cualquier otro
lidiando o estableciendo asamblea entre sus infinitas personalidades.

Trinidad




Esther Valencia Aracena -óleo sobre tela -


Bajo el ojo submarino
de la tierra quieta y adormecida
emerge de un sueño refulgente
la portentosa,
la escurridiza ,
la inconfundible figura de la matriarca de las quimeras,
de los desquicios y de las fantasías más remotas o humedecidas.



Inmersos todos en la inagotable preñez de la infancia
acudimos al vórtice estrecho de tu tripartita existencia:
mujer madre
mujer amante
mujer libre…
mujer de copiosas y variadas formas
voluble desde el pelo hasta los huesos
que de tanto venir volando, te has parado un instante ante mis ojos
y como un diamante a plena luz
las pupilas disparan al viento
múltiples tozos de tu imagen hecha llamas,
destellos que se calan discretamente en la memoria
de algún pálido observador.

jueves, 14 de mayo de 2009




Insomne.



Al salir de las cuatro paredes acostumbradas, caía algo así como neblina que mojaba el rostro y distraía la mirada, el ambiente conservaba aún el tenue olor a humedad que había dejado la lluvia de hacía un par de días atrás, lo circundante seguía perfectamente igual que la noche anterior, variaba sí, la cantidad de transeúntes; hacía frío y ni un alma en pena rondaba por las calles desnudas y heladas… El sitio perfecto para sustraerse del aburrimiento cotidiano y tratar de vislumbrar en el añejo parque algo de ese respiro universal del que hablaban (con tanta propiedad) los orientales; efectivamente trataba de cerciorarse del respiro de los árboles para ver en ese gesto su propio respirar, pero no, la terquedad era también una parte constitutiva de su ser, aquellas hojas lejos estaban del ejercicio de los alvéolos en sus pulmones, aquel simple estar de los árboles se alejaba en demasía de su transcurrir permanente hacia ningún lado.

Entonces…

entonces preciso era seguir avanzando, caminar por caminar, respirar por respirar, elegir por elegir, follar por follar… todo gratuitamente, por matar un tiempo ya muerto, por encontrar aquel sentido que no se mostraba en nada, daba igual… el mañana sería otro día igual a este y a todos, el mundo abriría sus puertas al consumismo y al comercio muy temprano, a las cinco de la madrugada ya caminaría gente a abrir sus quioscos de diario o a calentar el motor de sus máquinas, sonaría a las ocho el despertador de su vecino que de paso despertaba a todo el piso, caería algún amigo a la mesa del desayuno, traído por el sólo afán de comentar sus andanzas, se haría presente un libro abierto en el escritorio, para ser leído, para ser luego olvidado… un nuevo quehacer indiferente, carente de importancia, sonaría tal vez el timbre o el teléfono a la hora del almuerzo y otra cara se uniría a la soledad de un sujeto que contemplaba inerte el absurdo ritmo del mundo.

¡Que fastidio!... un fantasma nocturno que trataba de evadir la estulticia del sueño, ni siquiera por opción, sí por insomnio… capaz de regalar camisas de oro por sólo una hora certezas y de sueño. Ya no recordaba cuantas habían sido las noches dejadas en la calles, las horas pasadas a la intemperie, los sosiegos replegados en la ebriedad, los rostros que se marchaban por la mañana sin dejar flores, los relojes que marcaban siempre un atraso, las ocupaciones postergadas… no recordaba ya nada y a su vez conservaba los detalles más diminutos de acontecimientos sin relevancia, el señor que recogía del piso un trozo de pan maltrecho, la loca de los bancos de la plaza que vociferaba sus aventuras inventadas, las puertas cerradas del piso doce, las sonrisas de los escolares, el robo de un auto, la picardía de los titulares de diario, los besos lascivos de las despedidas en un estacionamiento, en una esquina, en los paraderos de micros, en las librerías, besos por todas partes… proyectos de nada en todos lados.

Un saludo desde el más allá, desde el otro mundo de un ser que se entrecruzaba de pronto con su mirada

¿Quién era?

Imposible saberlo, alguna vez fue alguien en su memoria, ahora no era más que un signo de interrogación que saludaba amablemente

¿Quién era?

quizás un cómplice de oscuridades, quizá un amante de los que se perdieron en juergas olvidadas, quizá el padre de una palabra abortada…

¿Quién era?

Sus ojos se quedaron esta vez para bifurcar la realidad en un delirio ambiguo

¿Quién era aquel y este otro que ahora observaba desde la acera de enfrente?

¿ Quienes eran todos?

Maldición¡¡¡
La imposibilidad del conocimiento absoluto, ni idea, cada uno parecía ser un infinito que se perdía en el vacío, una puerta abierta hacia a la nada, un pequeño submundo entre una inmensidad cada vez más aberrante.


Julio de 2007.
 

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